5 objetos coleccionables que no son obras de arte
Desde la infacia mucha gente comienza a coleccionar objetos diferentes que, de alguna u otra manera, están relacionados con los gustos y la identidad. Tarjetas postales, discos de música, relojes, monedas o hasta tazas de café o gorras son algunas de las cosas que la gente buscar resguardar como una forma de preservar la memoria propia. Ese incentivo está muy relacionado al coleccionismo profesional, solamente que el arte de coleccionar está asociado comunmente a la reunión de objetos físicos, sobre todo cuando se trata de una colección de arte. Sin embargo, existen muchos otros «objetos» que pueden ser dignos de una colección de museo, por más que parezcan raros y poco interesantes.
En una entrevista con la arquitecta y jefa del Departamento de Arquitectura y Diseño del MoMA, Paola Antonelli, expuso su posición respecto a la pregunta básica de ¿qué se debe coleccionar?: «siempre respondo que deben tener valores estéticos, porque se trata de un museo, pero que también deben funcionar de acuerdo a un propósito, aunque éste sea hacer reír, incluso si no usa los materiales de formas novedosas. La decisión recae en una pregunta: ¿sería una pena si este objeto no existiera o sólo está utilizando los recursos sin ninguna razón?»
Con esta idea en mente, repasamos algunos de los «objetos» más interesantes que museos como el MoMA, el Victoria & Albert Museum y The British Museum han añadido a sus propias colecciones. Se trata de archivos digitales, softwares y objetos culturales que no son tan comunes para coleccionar, pero que representan un aspecto importante en términos históricos o sociales.
1. Pin de Google
El exclusivo diseño de lágrima invertida del Pin de Google Maps, creado pord Jens Eilstrup Rasmussen, fue concebido para ser reconocible y funcional, indicando con precisión una ubicación sin oscurecer el área cercana. Este ícono digital omnipresente se desangra en la vida real en el trabajo de artistas como Aram Bartholl, quien crea Pines físicos de Google Maps para marcar sitios en el mundo material.
El pin fue donado este año por Google Inc. al MoMA con el diseño correspondiente a 2005. ¿Cómo se resguarda un pin digital dentro de una colección de arte y diseño? Muy fácil: el objeto que se entrega es una imagen digital resguardad en algún dispositivo de almacenamiento.
2. Biblioteca del exilio
Creada como un «espacio para sentarse, leer y estar», la biblioteca del exilio (Library of Exile) del artista y escritor británico Edmund de Waal alberga más de 2000 libros traducidos, escritos por autores exiliados. Presentado con gran éxito durante la Bienal de Venecia de 2019, este pabellón cubierto de porcelana se concibió como un lugar de contemplación y diálogo. «Se trata del exilio», dijo de Waal, «lo que significa tener que mudarse a otro país, hablar otro idioma». Desde Ovidio y Dante hasta Marina Tsvetaeva y Judith Kerr, la biblioteca formó un registro de represión mientras celebraba la respuesta de los desplazados.
La biblioteca se encuentra en The British Museum
3. Pestañas de Katy Perry
Estas pestañas están disponibles en cualquier farmacia de la calle principal, parte de una industria valorada en £110 millones por año en el Reino Unido. Son hechas cosiendo a mano pelos individuales a un trozo de cuerda. El trabajo requiere una habilidad considerable y una vista excelente. Luego se envían a una fábrica para cortarlos en una variedad de estilos. En 2013, un artículo en The Sun reveló que a las mujeres en Asia se les pagaba entre 1 y 8 % por par por hacer pestañas que costaban alrededor de £6 en la calle principal británica. Las pestañas son parte de la moda callejera actual, pero también muestran cómo la fabricación globalizada puede conectar a una de las mujeres más famosas del mundo con mujeres que viven en la pobreza en el sudeste asiático.
Como un artefacto de la cultura de consumo global, las pestañas postizas son convincentes, y la historia de Eylure también cuenta la historia de cómo la globalización ha cambiado la fabricación. La marca fue originalmente una empresa británica y el primer fabricante de pestañas postizas del mundo. La compañía fue iniciada por los hermanos maquilladores Eric y David Aylott en la década de 1940, y comenzó a utilizar trabajadores a destajo y una pequeña planta de fabricación en Welwyn Garden City. Eylure creció durante los años 40, 50 y 60. A fines de la década de 1960, la empresa amplió su fabricación a una instalación en Cwmbran, Gales.
Las pestañas son parte de la colección del Victoria & Albert Museum de Londres
4. Tipografía New Alphabet
En los inicios de la tipografía digital, cuando los tipos de plomo colocados a mano en pesados bloques de plomo o mediante máquinas que generaban líneas de metal estaban dando paso al texto colocado en las pantallas, el diseñador Wim Crouwel vio la oportunidad de realizar un experimento interesante. Las primeras pantallas de computadora (monitores de tubo de rayos catódicos (CRT)) mostraban imágenes en píxeles bastante grandes, lo que dificultaba la reconstrucción de las letras curvilíneas tradicionales, por lo que Crouwel se dispuso a rediseñar el alfabeto usando solo líneas horizontales. El New Alphabet (Nuevo alfabeto) es, en palabras de Crouwel, «exagerado y nunca destinado a ser realmente utilizado», una declaración sobre el impacto de las nuevas tecnologías en siglos de tradición tipográfica. En 1988, sin embargo, Peter Saville Associates usó una versión estilizada de la fuente en la portada de Substance, un álbum de la banda Joy Division. New Alphabet fue digitalizado para uso contemporáneo en 1997 por Freda Sack y David Quay de The Foundry, basado en los estudios originales de Crouwel.
El New Alphabet se encuentra en la colección de Diseño del MoMA.
5. Aplicación y página web Wind Map
Wind Map es una aplicación que extrae información de la base de datos pública de Pronósticos Digitales Nacionales mantenida por el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos. Sus pronósticos a corto plazo, revisados una vez por hora y con marca de tiempo, son precisos dentro de un rango de dos millas cuadradas. En palabras de sus diseñadores Fernanda Bertini Viégas y Martin Wattenberg, Wind Map es un «retrato viviente» del paisaje eólico sobre los Estados Unidos: «Nos rodea una fuente de energía antigua e invisible, que impulsó las primeras exploraciones del mundo, y que puede ser una clave al futuro”. Los hermosos patrones de Wind Map sirven como visualizaciones útiles de datos que se pueden analizar para varios propósitos.
En este caso, el «objeto» coleccionable es el software que hace posible el funcionamiento de la aplicación.