Ada Trillo
ARTISTA
Ada Trillo (Born and raised in the U.S-Mexican border region of Juárez and El Paso.)
PHOTOGRAPHY
Artistic influences: Mary Ellen Mark, Sebastián Salgado, Diane Arbus, Isabel Iturbide.
DICIEMBRE 2021
MAS ALLÁ DE LAS FRONTERAS
UNA CONVERSACIÓN CON ADA TRILLO
POR REGINA DE CON COSSÍO
Fotografías cortesía de la artista.
El trabajo de Ada Trillo en fotografía se centra principalmente en temas como la raza, la violencia, las clases sociales y la migración. La justicia está muy cerca del corazón de sus imágenes. Su visión está profundamente definida por lo que toda relación humana debe tener: dignidad. A través de la empatía se acerca a sus protagonistas. A lo largo de sus fotografías nos enfrentamos a escenas donde la humanidad -en el contexto de injusticias o violencia- se destaca en extrema belleza a pesar de los horrores de la realidad.
Regina De Con Cossío: Durante mucho tiempo has cuestionado la frase “una imagen vale más que mil palabras”. Quizás como en ninguna otra disciplina artística, las imágenes se relacionan con las palabras para crear significados. No digo que dependan de ellos, pero han hecho un vínculo que afecta al espectador. En alguna ocasión mencionaste que tienes dislexia y que es un problema para ti resolver esta conexión. ¿Cómo influye esta relación entre imágenes y palabras en tu proceso de producción fotográfica?
Ada Trillo: Para mí, la dislexia no es necesariamente un problema, es una ventaja. He aprendido que las discapacidades, porque en realidad tengo tres discapacidades, son algo que puedes catastrofizar, o sentir lástima por ti mismo o puedes hacer algo diferente. Tengo un ojo diferente, así que mi visión es un poco diferente al de una persona que quizás tenga una mentalidad completamente lineal. Por eso mis composiciones son un poco más diferentes. La dislexia ha sido —nuevamente— un activo y me acerca a la gente porque lo que hago es escribir en mis diarios su historia, o lo hago con mi iPhone, grabando y de ahí se transcribe al inglés o al idioma de la palabra de exhibición que voy a mostrar. Entonces, hablo desde las propias palabras de la persona, no las mías, y luego hago que las palabras de esa persona suenen bien.
RDCC: Es más afectivo, ¿no?
AT: Sí, son sus palabras, son ellos. Es en primera persona, en lugar de ponerlos como la palabra que odio «sujeto», para mí son los “protagonistas”.
RDCC: Cuando fotografías un momento socialmente difícil (La Bestia, Black Live Matters, etc.) se desencadenan situaciones éticas y morales en muchas direcciones. Me imagino, por ejemplo, preguntas como: ¿debo retratar esto o aquello? ¿Por qué mostrar esta imagen y no la otra? ¿Qué otras preguntas se te vienen a la cabeza cuando vas a fotografiar eventos como estos?
AT: La primera es la dignidad. ¿Le estoy dando dignidad a esta persona? Por otra parte, solo para darle un ejemplo de un proyecto, con el Proyecto de Trabajadoras Sexuales en Juárez. Era muy importante para mí tener una relación cercana con ellas, que se dieran cuenta que no era una extraña, que estaba allí escuchando porque a veces la gente solo quiere ser escuchada, no quiere consejos, solo quieren que los escuchen y les presten atención claramente, ¿sabes? Y poder sacar todo ese dolor en un espacio seguro y tras este proceso me confían que tome la foto y saben, según nuestra conversación, hay confianza mutua, que no estoy ahí para engañarlas o hacer algo malo con esas imágenes, y es por eso que también soy muy protectora con el proyecto, en la página web cuenta con un código y se presta solo para fines educativos, porque no quiero que nada malo pase, que una tercera persona entre y manipule la imagen de una persona que me importa mucho.
RDCC: ¿Cómo te sientes al capturar un “momento” o escena dolorosa, tal vez inconveniente o incluso peligrosa?
AT: Busco capturar la esencia y documentar la historia. La historia debe documentarse, de lo contrario, las mismas atrocidades siguen ocurriendo una y otra vez. Por ejemplo, en el caso del proyecto Cómo llegué aquí, ¿qué hago con estas imágenes? ¿Cuál es la responsabilidad con ellos? Cuál fue la responsabilidad, no sé si ya lo saben, pero construimos una casa de seguridad en Juárez con todo lo recaudado de esas fotos, entonces el cien por ciento del dinero de estas fotos se fue a construir estos albergues en Juárez para que las mujeres se reúnan con sus hijos que “El DIF” les ha quitado, y fue a través de las Monjas Oblatas, (Las Madres Oblatas del Sagrado Redentor), fue con ellas que construimos la casa de seguridad.
¿Y qué haces tú o qué hago yo también por la comunidad entonces? Por ejemplo con “Coco” seguimos siendo amigas y la saqué de esa situación de por vida porque su cuadro está en el Museo de Arte, en Filadelfia. Sentí que, como agradecimiento hacia ella, me haría responsable de que ella dejara ese horrible lugar. En Juárez es horrible, ella estaba en la calle, en el piso, en las peores condiciones que te puedas imaginar, y tuve que sacarla de ahí, y ese es mi deber para con ella por siempre, hasta que me muera.
RDCC: ¿Cómo lidias con el hecho de que algunas de sus imágenes que retratan eventos complicados se convertirán en productos culturales que eventualmente pueden considerarse arte, pueden exhibirse en una galería o pueden venderse?
AT: Esa es una gran pregunta porque no sé si eres consciente de esto, pero en el mundo del documental hay muchas reglas y una de esas reglas es que no puedes alimentar a las personas que fotografías y tengo una gran problema con esa regla, entonces por eso me considero una artista, porque si le saqué una foto a un niño digamos en el refugio hace 2 días, porque yo viajo con ellos, no me quedo en hoteles, viajo con ellos, me quedo con ellos todo el tiempo, como con ellos, todo con ellos, entonces si yo tomé una foto, digamos hace dos días, y este niño se quedó sin dinero y ahora está llorando porque tiene mucha hambre y es un menor no acompañado, viaja solo, así que como yo tomé una foto, si soy documentalista o periodista no puedo ayudarlo bajo ciertas reglas, pero si soy artista puedo hacer lo que me dé la gana. También los periodistas han ido a la escuela, han ido a la escuela, pagan sus cuotas, trabajan para los periódicos, tienen una larga formación. Mi formación es en el arte y las piezas deben pensarse como arte, me refiero a Graciela Iturbide por ejemplo, Álvarez Bravo por ejemplo, documentando situaciones horribles y aún así se consideran arte, depende de la práctica y cómo te sientes tú mismo.
RDCC: Muchas de tus fotos capturan momentos socialmente difíciles en muchos aspectos se pueden confundir con imágenes de fotoperiodismo pero no lo son, entonces ¿qué diferencia encuentras entre tus fotos y las de fotoperiodismo?
AT: El fotoperiodismo es en color y es muy raro que trabajen el blanco y negro, cuando muestro en una revista o en una publicación como The Guardian o alguna otra revista, se establece que mi trabajo se mostrará en blanco y negro, porque yo no trabajo para la revista o el periódico, ¿sabes? soy independiente, así que el blanco y negro lo usas en una forma más artística, mi próximo proyecto es en color o estoy tratando de hacerlo en color, pero estoy pasando por un momento muy dificil. Creo que así es como mides, también si usas el lofter o la regla de Da Vinci. ¿Qué reglas estás usando para crear el trabajo, dónde estás poniendo el tema, en el lado, en el medio o qué composición estás haciendo porque puedes estar retratando fácilmente el drama? Puedo estar representando una situación muy horrible como «La bestia», por ejemplo, cuando el tren se está moviendo, pero es mi elección, mi ojo y mi entrenamiento, lo cual está bien. ¿Cuál es la posición de esta imagen? ¿Dónde puedo encontrarla?, ¿qué quiero decir con esta imagen, y lo que les dije antes funciona como un cuadro? ¿Funciona hacia atrás y un poco alrededor?
RDCC: En ciencias sociales se dice que cuando un investigador se acerca al tema de estudio lo altera. ¿Estás de acuerdo con esta frase o cómo crees que influye la presencia de un fotógrafo como tú en los hechos que captas?
AT: No, porque viajo con ellos, como te dije, como uno de ellos, me hago parte de la comunidad y viajo, así que es como un grupo de 7000 personas en una caravana no va a cambiar por mi presencia. No van a cambiar porque son la mayoría entonces si me convierto en minoría tengo que aplicar las reglas que ellos establecen y seguirlas. Incluso en esta comunidad, es una comunidad donde ellos son la mayoría y yo soy la minoría, ¿cómo me integro? Cuanto más se pueda. Quiero decir, nunca voy a ser uno de ellos por lo cuál me integro lo más posible, y podemos conectarnos como buenos seres humanos, porque eso es lo que somos, ella es un muy buen ser humano y yo soy un buen humano, ya que estamos interactuando y estamos construyendo esta hermosa amistad, importa lo que haga ella y no importa lo que haga yo.
RDCC: Tu trabajo gira en gran medida en torno al concepto de frontera. Límites geográficos, políticos, sociales. Pero tus imágenes también están en una frontera: la de la fotografía y la del fotoperiodismo. El de la imagen y la palabra. ¿Qué significan las fronteras para ti?
AT: Para mí sí, esas son “fronteras”, pero tampoco es la palabra solo de manera geográfica. Si traduces del español “Frontera” más en el sentido de bordes o barreras, puedes ver cómo el concepto también señala un sentido de clasismo. Un gran problema que existe en gran medida en América Central, México y en general América Latina. Eso es comparable también con el racismo en los Estados Unidos. Por ejemplo, cuando ves personas con piel más oscura, las oportunidades que les da el gobierno y todo eso son diferentes. La verdad es que veo las fronteras más como una cuestión de justicia social. Como estamos casi en 2022, ¿es este el legado que quiero dejar?
Por ejemplo, esta niña Silvia, para ponerte un ejemplo: se cayó, se golpeó la columna y no le dieron atención médica en el hospital del seguro de Juárez porque era trabajadora sexual. Si le hubieran dado tratamiento, no habría tenido que andar con muletas por el resto de su vida. Sin embargo, ella se contagió y le hicieron una cosa horrible, es que el clasismo es ese juicio, cuando era trabajo de la enfermera, de la recepcionista darle un número y dejarla entrar al médico, pero solo por su apariencia física se le negó que tuviera un acceso al médico y esto resultó en un problema de columna muy grave, dejándola en muletas para siempre.