David M. Solinger: Una de las colecciones de arte más importantes en subasta
Una de las colecciones de arte de la posguerra más importantes será subastada en noviembre por Sotheby’s.
La subasta de una colección histórica es importante por las posibilidades que implican para que las instituciones públicas y privadas de alrededor del mundo puedan resguardar acervos de relevancia artística, estética e histórica. Lo es también por lo que puede implicar desmembrar una colección que ha sido concebida como una unidad con un sentido y un simbolismo especial, sobre todo cuando se trata de un experto en arte como lo fue David M. Solinger, quien fuera patrono y presidente del Whitney Museum of American Art, una institución que ha contribuido en la narrativa de la historia del arte pero también en la concepción que se tiene del mundo desde la pintura y la escultura que se creó después de la Primera y Segunda Guerra Mundial.
En noviembre próximo, Sotheby’s subastará la colección de Solinger que se valúa en aproximadamente $100 millones de dólares y que integra piezas de artistas como Willem de Kooning, Joan Miró, Alberto Giacometti, Pablo Picasso, Jean Dubuffet, Fernand Legér y Paul Klee, consideradas un referente para comprender un momento histórico importante para la visión y el pensamiento occidental de la segunda mitad del siglo XX.
La decisión de subastar una colección de esta importancia trasciende el tema económico, que sin duda marca un referente en cuanto a la cotización de la obra de los artistas incluidos, con la intención de verlos desde la perspectiva de la preservación de acervos y colecciones de arte. Si bien las subastas están regidas por modelos totalmente comerciales, resulta trascendental tomar en cuenta la importancia que implica destinar las piezas de una colección ya formada, cuyo destino no permite continuar su trascendencia, a otros coleccionistas, museos o insituciones comprometidos como la preservación de las piezas. Sí, el mercado del arte es un sistema mercantil, pero no deja de ser relevante reflexionar sobre lo que sucede con este tipo de colecciones y el futuro que les espera.
Solinger fue un experto en arte interesado en resguardar fragmentos visuales y artísticos de una memoria colectiva; su influencia marcó un precedente tanto en la colección del Whitney Museum como en la comprensión de la producción artística de un momento determinado. Desamparar su legado, sin la intención de caer en un romanticismo innecesario, repercurte en nuestra propia visión y memoria del pasado y el presente.
Aquí se puede escuchar una entrevista con Solinger sobre su visión del coleccionismo: