Thrisa Brown, Floor of the Forest, 1970

7 Obras y proyectos clave sobre arte, danza y movimiento

El cuerpo y la danza han sido materia del arte desde la pintura clásica, siendo más visible en la obras de artistas de las vanguardias de finales del siglo XIX y principios del XX. A partir de finales de 1940, la corporalidad y el movimiento tomaron un significado diferente después de la Segunda Guerra Mundial, principalmente frente a la ansiedad y desolación que dejó el desolador evento. En ese contexto, el arte respondió haciendo frente a la vida misma, como una acción catártica, y uno de sus vías fue a partir de la danza y la revaloración del cuerpo.

Revisamos brevemente siete obras que abrieron el camino y nos han permitido pensar la relación tan compleja entre el arte, el cuerpo, la danza y el movimiento.

1. Jackson Pollock, Number 1A, 1948, 1948

Hacia 1947 Jackson Pollock (1912-1956) comenzó una técnica de pintura que más tarde se convirtió en el aspecto más distintivo de su obra: arrojaba y goteaba la pintura sobre un lienzo que colocaba en el piso de su estudio mientras él se mantenía en las esquinas o laterales tratando de llegar desde lejos a toda la superficie pictórica. Su proceso, aunque no estaba asociado a la danza, tomaba como punto de partida las posibilidades y alcances de su propio cuerpo, acentúando el aspecto físico en el manejo de los materiales. Así, sus pinturas, que se conocen popularmente como «dripping paintings» (pinturas de goteo), eran también el resultado de la velocidad, la gravedad y la improvisación de los movimientos corporales. 

Jackson Pollock, Number 1A, 1948, 1948

Jackson Pollock, Number 1A, 1948, 1948

 

2. Yves Klein, Anthropometry: Princess Helena, 1960

Hacia finales de la década de 1950, Yves Klein (1928-1962) comenzó a experimentar un proceso de pintura en el que su propio cuerpo y el de otras personas se convirtieron en una suerte de «pinceles vivientes» para imprimir los gestos pictóricos de sus piezas. En esta obra, por ejemplo, trabajó con mujeres modelos cuyos cuerpos estaban cubiertos con el famoso International Klein Blue, la pintura azul que el propio artista patentó y que se convirtió en uno de los elementos característicos de su trabajo. Cada modelo imprimía sus cuerpos sobre grandes hojas de papel, lo que definió el nombre de la serie como «Antropometría» en referencia al estudio de las medidas del cuerpo humano. Además, Klein escenificó el proceso de producción de las piezas por medio de un performance que se realizaba mientras sonaba de fondo su Monotone Symphony: una sola nota tocada durante veinte minutos, seguida por veinte minutos de silencil.

 

Yves Klein, Anthropometry: Princess Helena, 1960.

Yves Klein, Anthropometry: Princess Helena, 1960.

 

3. Carolee Schneemann, Up to and Including Her Limits, 1971-76

Aunque el trabajo de Carolee Schneemann (1939-2019) está estrachamente vinculado con el performance, ella siempre afirmó ser una pintora y dibujante que utilizaba su cuerpo y el movimiento del mismo como un medio tanto de creación, como un elemento para abordar cuestiones feministas y políticas. De esta manera, la mayoría de sus piezas las pintaba o dibujaba sobre enormes hojas de papel mientras su cuerpo estaba suspendido y moviendo alrededor de su superficie. Es el caso de Up to and Including Her Limits, en la que la artista se suspendia de un arnés con una cuerdad de manila que le permitía subir o bajar manualmente para sostener lo que ella llamaba «un período de trance de dibujo»: «mi brazo extendido sostiene crayones que acarician las paredes circundantes, acumulando una telaraña de colores».

Con esta pieza explóró sus límites corporales nueve veces entre 1971 y 1976, hasta que convirtió el resultado en una instalación. “Todo mi cuerpo se convierte en agencia de huellas visuales, vestigio de la energía del cuerpo en movimiento.”


Carolee Schneemann, Up to and Including Her Limits, 1971-76

Carolee Schneemann, Up to and Including Her Limits, 1971-76

4. Merce Cunningham y John Cage, 1940 – 1992

Más que una obra de arte, el trabajo en conjunto entre Merce Cunningham (1919-2009) y John Cage (1912-1992) merece una mención especial respecto a la unión que realizaron entre la danza y la música desde 1940 hasta la muerte de Cage. En 1986, por ejemplo, Cunningham representó coreográficamente la pieza Roaratorio, que Cage compusó en 1979 a manera de instrucciones para traducir cualquier tipo de libro en un performance. La relación entre danza y música puede parecer básica e inherente, sin embargo, habrá que recordar que el trabajo de ambos artistas trastocaba los límites de lo que se entiende tradicionalmente por ambas disciplinas, en un estrecho esfuerzo por reflexionar, principalmente, sobre la relación corporal con el tiempo y el espacio.

© Merce Cunningham. Partition de Cage

© Merce Cunningham. Partition de Cage

5. Yvonne Rainer, Trio A: The Mind is a Muscle, 1966

Rainer (1934) es una de las bailarinas y coreógrafas experimentales más importantes e interesantes y menos exploradas de la mitad del siglo XX. Su obra desentonaba de la concepción de la danza como acción teatral y  meramente narrativa, para dar lugar en sus obras a movimientos y gesotos cotidianos que enfatizaban el cuerpo como una entidad viva. En su pieza Trio A: The Mind is a Muscle, ella y dos bailarines más realizaron una serie de demostraciones sin mirar al público: la misma secuencia de movimientos dos veces, pero no al unísono, acompañados por el sonido de unos listones azotados contra la madera . Uno de los intereses de Rainer es usar la coreografía y la danza como expresión para acentuar, pensar y poner a discusión temáticas en torno al poder y la desigualda.

En 1978 se grabó el video de la pieza que actualmente forma parte de la colección del MoMA.

6. Richard Long, A Line Made by Walking, 1967

Esta es considerada como una de las piezas clave del Land Art. Es probable que se le relacione muy poco con la corporalidad y el movimiento, sin embargo se trata de una escultura (registrada en fotografía) que, lejos de una representación del cuerpo como tal, constituye una huella y materialización de la corporaleidad. Richard Long (1945) realizó esta pieza mientras caminaba de un lado a otro sobre el pasto hasta dejar impresa la huella de su andar. Así, convirtió la caminata en un acto estético en el que el cuerpo se convertía en la materia prima del arte.

Richard Long, A Line Made by Walking, 1967

Richard Long, A Line Made by Walking, 1967

 

7. Trisha Brown, Floor of the Forest, 1970

Floor of the Forest es una de las piezas que reúne algunos de los principales intereses que tuvo Trisha Brown  (1936-2017) a lo largo de su carrera, principalmente en lo relativo a la exploración de ciertos estados corporales y de consciencia que aparecen desapercibidos en la vida cotidina pero que son tan importante a tal grado que definen nuestra relación con las cosas. La pieza es una estructura de metal cuadrada en la que se forma una retícula de cuerdas entretejidas, a su vez, con piezas de ropa. Los performes o bailarines recorren la estructura mientras se visten o desvisten con las prendas dispuestas en la plataforma, de tal manera que sus cuerpos experimentan un sentido de respuesta en vivo frente a la mirada de los presente. Floor of the Forest propone también una intersección entre la escultura, la danza y el performance.